“Estar aquí te permite crecer como mujer, como madre y como persona”

Keisa, una de las mujeres que vive con sus dos hijos en uno de los pisos de la fundación, ha sido entrevistada por La Vanguardia. Una historia de superación y reconstrucción personal que pone en valor la importancia del acompañamiento y la estabilidad. Os comparimos la entrevista:

De la supervivencia a la estabilidad: el hogar que ha cambiado la vida de Keisa y sus hijos

Keisa, de 27 años, ha vivido en una “constante supervivencia” durante demasiado tiempo. Así es como esta joven venezolana ha descrito a La Vanguardia los últimos años de su vida. Hoy, por fin, vive con “tranquilidad” para poder seguir adelante. Tiene un trabajo, está junto a sus dos hijos y reside en un lugar seguro donde poder criarlos: uno de los pisos de la Fundación Maria Raventós.

La joven emigró a España hace seis años y, desde hace cuatro, vive en uno de los pisos que esta entidad ofrece a mujeres en riesgo de exclusión. El objetivo es proporcionarles una vivienda digna y estable, durante un periodo de tiempo de cinco años, y acompañarlas en el desarrollo de sus capacidades para que puedan alcanzar la autonomía.

Son unas manos en las que reír, llorar, desahogarte o incluso para acompañarte al médico si lo necesitas

Horizontal

Para Keisa estar en los pisos es sinónimo de “estabilidad”. Comparte vivienda con otra familia monomarental y cada semana reciben el apoyo de un equipo educativo con el objetivo de dar acompañamiento a las jóvenes y a sus hijos para que puedan seguir trabajando en sus proyectos vitales. “Las educadoras son unas manos en las que reír, llorar, apoyarte, desahogarte o incluso para acompañarte al médico si lo necesitas. Cuando tienes alguna duda, te dan la información, pero te animan a hacerlo por ti misma”, dice Keisa, que confiesa no “necesitarlas tanto” ahora.

Desde la Fundación Maria Raventós apuestan por un largo modelo de acompañamiento con el objetivo de estabilizar, vincular y, finalmente, capacitar a las mujeres. “Es necesario que entiendan cómo están y vaciar un poco esa mochila tan cargada de dificultades. Creemos también que la única forma real de empezar a trabajar las capacidades personales es desde el vínculo. Sentirse parte de algo. Y, a partir de ahí, capacitar”, detalla Marta Bàrbara, directora de la entidad.

La joven emigró a España hace seis años y, desde hace cuatro, vive en uno de los pisos que la entidad ofrece a mujeres en riesgo de exclusión.

Capacitar tanto en el ámbito de la crianza como en el personal, fomentando la formación, fortaleciendo la autoestima y aprendiendo a poner límites o alejarse de los contextos de violencia de los que provienen, son solo algunos de los ejemplos que cita Bàrbara.

Cuando todo lo que existe es supervivencia, no hay espacio para construir un proyecto de vida. Por eso es tan importante el tiempo y ajustar el acompañamiento educativo a cada mujer y a su proceso. “Solo así pueden desarrollarse sin la presión constante de preguntas como: ¿Dónde viviré?, ¿qué comeré?, ¿cómo protegeré a mi hijo o hija?”.

Estuvo cinco años separada de su hijo mayor

Precisamente, estas preguntas resonaban en la cabeza de Keisa desde que dejó a su hijo mayor en su Venezuela natal y se trasladó en 2019 con su hijo pequeño a Barcelona, para que pudiera recibir tratamiento médico en un hospital. “En Venezuela no podían hacer nada para tratarlo y una fundación de mi país nos costeaba un piso durante el tiempo que durara el tratamiento”.

El estado de salud de su hijo pequeño mejoró, pero le pesaba estar separada del mayor. Además, ya no podía recibir ayuda de su país y se quedaban sin un lugar donde vivir. “Siempre he estado con un hijo allí y otro aquí. Fue un sinvivir, pero me he sentido muy acompañada por las educadoras”, dice la joven, que ha estado separada de uno de sus hijos durante cinco años.

Tras un lustro separados, esta joven madre vive ahora con sus dos hijos en uno de los pisos de la fundación, después de haber logrado traer al mayor el año pasado. Ahora que ha conseguido esa “tranquilidad” y “estabilidad” que tanto necesitaba, solo tiene palabras de agradecimiento para la fundación.

Como cualquier otra madre, Keisa lidia cada día con sus hijos para que se levanten y desayunen, y los acompaña al colegio y luego “sale corriendo” hacia el trabajo. Por la noche, cuando ya duermen, se dedica a estudiar un grado medio de auxiliar de enfermería a distancia. En el futuro, sueña con trabajar en un hospital, tener un piso y poder dar a sus hijos toda la educación posible. “Vamos, lo que quiere todo el mundo”, admite con una sonrisa tímida.

Reconstruyen su vida, retoman su formación y se incorporan al mercado laboral

A mujeres vinculadas a la fundación las atraviesan dificultades económicas, situaciones de violencia y maltrato, y procesos migratorios complejos. Por eso, la directora de la entidad celebra el crecimiento de estas jóvenes: “Vemos que reconstruyen su historia de vida, retoman su formación y muchas logran obtener un título. Se incorporan al mercado laboral y logran alejarse de situaciones de riesgo. Además, vemos que sus hijos e hijas crecen en un entorno protegido. Y eso no es solo intervención, sino también prevención”.

Keisa mira con cariño a la mujer que llegó a España sola, con 21 años, desesperada para que su hijo recibiera un tratamiento médico adecuado. Seis años después se siente muy orgullosa de la persona en la que se ha convertido, la fortaleza y la perseverancia que ha demostrado: “Desde que tuve a mis hijos he estado en modo supervivencia. Pero ahora, por fin, me siento más tranquila”. Y añade: “Cuando llega una chica nueva, le advierto que si no aprovecha la oportunidad que da Maria Raventós, difícilmente la encontrará en otro lugar. Estar aquí te permite crecer como mujer, como madre y como persona”.

En català 🔗 https://lnkd.in/dhgRuREv
En castellà 🔗 https://lnkd.in/dARBrcY7

✏️ Cristina Oriol – La Vanguardia

COMPARTEIX

MOLTES GRÀCIES!

AVUÍ T’HAS CONVERTIT EN DONANT DE FUTURS

Hem rebut la teva aportació per contribuir a transformar la vida de les joves i els infants que acompanyem.

Si us plau, consulta el correu electrònic on rebràs la confirmació de la teva aportació. En cas que no el rebis, consulta la safata de correu no desitjat.

Si tens dubtes, et pots posar en contacte amb nosaltres trucant al 93 417 39 64 o enviant un mail a comunicacions@fmraventos.org

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar i més informació
Privacidad